Mi primera Tarta de dos pisos.

Bueno, la tercera vez que comienzo a escribir este post… parece estar gafado el mariquita; Y lo digo, porque cuando estaba a puntito de publicarlo, chas!! Se joroba el invento, y la copia guardada se borra… pero, ¿Pero esto que es?

En fin, no voy a pensar más en los mismo porque voy a coger de nuevo el rebote del siglo. Así que cooomenzamos!!

Hoy os voy a hablar de mi primera tarta de dos pisos… aquella que realicé hace más de medio año. Oooohhh, que bonita quedó!!!

Como siempre, se me ocurre hacer estas tartas en los mejores momentos. ¿Cuántas personas vienen? ¿Tantas? ¿Cómo quereís la tarta? Ante la contestación de lo que yo llamo una tarta simple, sosa, sin gracia, sin chicha ni limoná, puse mi granito de arena, y contesté. ¿Por qué no hacer una tarta de dos pisos ahora?
Recuerdo decir eso… y recibir unas miradas como… ¡¡se nos ha vuelto loca!! Si no ha hecho tarta de dos pisos nunca. ¿y qué pasa si no he realizado una tarta de dos pisos antes, es acaso el cálculo del número pí? Así que dibujé un boceto… mono, monísimo… que hizo que las caras de incredulidad fueran mayores.

Cuaderno de apuntes y diseños.

Pero, tengo que reconocer que cuando a mi se me pone una cosita entre ceja y ceja, no hay quien me haga cambiar de opinión, así que expliqué paso a paso como se iba a hacer, el tiempo para su ejecución, sabores, colores, efectos, vamos, no me dejé ni una gota en el tintero, y dije: Va a salir de escándalo!! Confiad en mí.
Así que lo siguiente que recuerdo es tener todos mis bartulos predispuestos y poner manos a la obra. 

Bueno, y yo sigo parloteando y parloteando pero, no os explico la tarta ehh? Lo bueno de hacer tartas de dos pisos, es que puede ser una tarta con un único sabor, o pueden ser dos bases totalmente distintas, de dos sabores totalmente distintos, para que cada asistente elija aquella por la que se sienta más atraído… o ya que estamos coger un poquito de cada piso (según lo glotón que sea).

En mi caso, cada nivel o piso era distinto al anterior, así aunque la masa era igual teníamos la de cobertura de chocolate (para los que les pirra el chocolate,  y piden un pastel de chocolate, con chocolate y más chocolate) y una tarta de vainilla (para aquellos que no les gusta el chocolate).Los bizcochos eran más densos para evitar que los pisos se contrajeran y en vez de parecer una tarta de dos pisos, fuese una tarta como un sándwiches tras sacarlo de la sandwichera.

Por último, la tarta debía emular a minnie mouse saliendo de su interior y felicitando a la cumpleañera…. Como indicando ¡¡SORPRESAAAA!!. Para su diseño se usó fondant, lo cual sabemos que es muy difícil de modelar porque no permite cubrir las imperfecciones ( se seca bastante rápido)… pero, en cambio permite que se pueda guardar durante años como recuerdo del acontecimiento en sí. Si bien, se podría haber empleado otras pastas más moldeable que permiten muchos cambios y que quede magnifica… Este fue el proceso de la ejecución de minnie mouse, paso a paso.

Paso 1. Diseñar la zona facial
Paso 2. Crear cuerpo, brazos, oreja y lazo. Apuntalar.


Paso 3. Poner detalles.

Así quedó finalmente.



Y éste fue el resultado final de mi tarta de Minnie Mouse. Espero que a todos os guste. Si teneís algunas dudas, podeís comentar. Un saludo y hasta luego!!!



Comentarios

Entradas populares de este blog

Torrijas de chocolate

Tarta de Elsa (Frozen)